- laura roig equey
“Las ciudades no deberían ir más rápido que las bicicletas”
Iván Illich, austriaco, un pensador que en los setenta creó una manera completamente nueva de entender el mundo moderno, nos contaba esto en una entrevista:
“Los automóviles devoran el tiempo”.
En los años setenta Ilich hizo un cálculo: cuanto más rápidos son los transportes, más tiempo dedican los ciudadanos a transportarse, y proponía la velocidad de la bicicleta (25 kilómetros por hora) como el umbral óptimo de eficiencia.
¡Es una locura!
Tenía en cuenta no sólo el tiempo invertido en traslados, también el que invertimos trabajando para poder pagar el coche, el seguro, la gasolina, las reparaciones, los impuestos, las enfermedades causadas por la contaminación…
Entiendo.
Defendía más deliberación pública, que cada sociedad debía encontrar su umbral de intolerancia. Hoy las grandes capitales están apostando por la bicicleta. ¡Se adelantó medio siglo!
