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  • laura roig equey

Dani Milian, acierta de pleno con sus comentarios sobre el ciclismo urbano en Barcelona!!

Reemplacé hace dos años mis dos pies por dos ruedas de bicicleta, para desplazarme por Barcelona, y aunque no tengo bicicletas para ofreceros como Dani Milian, sí tengo, como él, la misma ilusión y decisión de llenar de bicicletas Barcelona. ¡Pedalear te hace sentir muy bien! Físicamente y emocionalmente. El talante de la bicicleta es relajante, además te sientes orgullosa de no ensuciar la ciudad de humo. Dicho esto, quiero compartir y haré un copiar y pegar,con todo el descaro, de un fragmento de la entrevista que le hicieron a Dani Milian en Ciclosfera.com.

Como comentaba más arriba, quiero que Barcelona se llene de bicicletas, pero es importantísimo que entendamostodos que somos muchos transportes diferentes en las vías de Barcelona, que las ciudades se están transformando poco a poco para la mejor convivencia, pero que cada uno de nosotros ha de ser responsable, respetuoso, amable para que esto funcione.¡Si lo piensas, es muy sencillo!


Fragmento de entrevista:


“En Barcelona, el número de bicis aumenta cada año de forma exponencial”

Hace poco nos contabas que, en los últimos tiempos, recibes muchas bicicletas accidentadas. ¿A qué crees que se debe este repunte?

Yo no diría que es un repunte, sino por desgracia una progresión natural por una cuestión de cantidad: el número de bicis aumenta cada año de forma exponencial. La ciudad sigue siendo igual de grande que hace 20 años, pero ahora hay gente en coche, en moto, en bici, en bici eléctrica, en patinete, en transporte público… A veces siento en Barcelona algo parecido a lo que sentía cuando iba a Amsterdam hace 20 años a por piezas o componentes para bicicletas: ¡no sabe uno ni a dónde mirar! Barcelona es una jungla.

Y en esa jungla, no todos respetan las normas…
Así es. Existe un colectivo minoritario de ciclistas que están ensuciando el buen nombre del colectivo. Turistas que invaden las aceras, ciclistas que, en lugar de aminorar la velocidad o bajarse de la bici, que es lo que hay que hacer, tocan el timbre para que los peatones se aparten. Hay que decir que la mayoría lo hace bien.Ocurre como con los políticos: pensamos que son todos corruptos porque es lo que se ve. Pero es esa minoría la que más daño hace. Hace muchos años, cuando era joven, trabajaba en un taller de motos en el que recibía muchas que habían sufrido un accidente. Ahora empiezo a ver algo parecido con las bicicletas. Creo que debemos hacer una llamada de atención a los ciclistas:

“Debemos recordar que los ciclistas tenemos los mismos derechos, pero también las mismas obligaciones”

En ese sentido, y más allá de los peatones, ¿cómo es la convivencia de la bici con el resto de vehículos?

Vivimos un momento delicado. Hay calles de cuatro carriles que ahora sólo tienen un carril para coches. Están literalmente desterrando el vehículo a motor de la ciudad por temas de contaminación y por otros temas que se han demostrado importantes, fundamentales para mejorar la calidad de vida de todos. Pero muchos de los que van en coche o moto no lo entienden y que no están concienciados sólo ven que cada vez le quitan más carriles y se lo dan a los ciclistas. Hay un colectivo de profesionales del volante que ve que se está poniendo en peligro su modo de vida. Conozco a algunos que incluso empiezan a respetar menos a los ciclistas, a no respetar su espacio e incluso a cerrarles de manera intencionada. Vivimos un momento de crispación que deberíamos analizar con calma. Es un poco como lo que está pasando entre algunos catalanes y algunos españoles: por culpa de la falta de entendimiento político hay quien se lo toma por lo personal, cuando es algo que no tiene nada que ver con ser buena persona y respetar a los demás.

Así que se trata de concienciar a todas las partes.

Exacto. El ciclista que lo está haciendo mal tiene que recapacitar. Y el conductor que ve que está perdiendo espacio en la calzada tiene que entender que no es que se lo estén dando al ciclista, sino a toda la ciudad y en beneficio de todos. Es un momento de cambio.

“La gente ha de entender que la bici es buena para todos, no sólo para los que nos movemos en ella”

Más allá de estos problemas, que esperamos que decrezcan, ¿cuáles crees que son las principales necesidades y puntos a abordar por parte del Ayuntamiento y los propios ciclistas a corto y medio plazo?

Lo tengo muy claro: tienen que seguir ampliando las infraestructuras. Hay que reducir no sólo la velocidad, sino el número de vehículos. Y, sobre todo, se ha de poner en marcha una campaña de control contra el mal uso de la biciy penalizarlo de forma estricta. Yo con 14 años iba con ciclomotor. Y cada día le metíamos a las motos nuevos tubos de escape para que corrieran más e hicieran más ruido. Eso sí: cuando te ponían una multa de 10.000 pelas se te quitaban las ganas de volver a hacerlo (risas). Todos tenemos nuestra parte de responsabilidad de cara a hacer una ciudad mejor.

Ilustración de Thomas Yang



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